Sintonía en Cristo

Esto va dedicado a las parejas:
Muchas parejas tienen distintos intereses entre ellos. No creo que esto sea necesariamente malo, de hecho no es así. El problema ocurre cuando el tema en discusión es algo en lo que debiese haber mutuo acuerdo. ¿Cómo solucionar estos problemas? Bueno, la verdad no lo sé y sería mentirles si les digo que sé resolver estos casos. De lo que sí estoy seguro es saber con quién hay que tratar estos temas: sí, obviamente Dios es nuevamente la solución.

Preguntas que creo que sirven en estas circunstancias: ¿Mi posición ante este tema  (el que se discute) exalta a Dios o a mi? ¿Estoy haciendo que mi pareja exalte a Dios con mi decisión?  Creo que lo principal es analizarse a uno y contrastarse con la palabra de Dios. Efesios 5:21 dice: "Someteos unos a otros en el temor de Dios" (NVI dice: Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo). ¿Cómo vamos a ceder en una discusión sin estar sometidos a la voluntad de Dios primeramente? ¿Cómo vamos a hacer feliz a nuestra polola(o), novia(o) o esposa(o) si no nos agrada primero el sometimiento a Dios? Lo primero es mirarse a través de la Biblia y fundar nuestra vida en Cristo. Este es un camino largo, pero hermoso. Es difícil, porque nuestra forma natural de vivir es contraria a Dios. Hay que entender que al ser humano NATURALMENTE LE DISGUSTA SOMETER SU VIDA A DIOS Y ODIA HACERLO, pero les aseguro que nada puede ser comparable a la increíble vida que Dios tiene preparada para nosotros en Cristo. Entre pruebas, dificultades, cosas tristes  y todas las cosas que son agradables, Dios moldeará nuestro carácter de tal manera que se notará que EL ES EL REY EN NUESTRAS VIDAS. ¿Cómo Dios siendo el creador de todo y quien sostiene todas las cosas con su poder va a permitir nuestra rebeldía? ¡Imposible! El nos moldeará para que le adoremos... no puede haber nada comparado a eso en la vida. Partan por pedírselo!
Si es que personalmente buscamos a Dios y deseamos que su gloria sea nuestra razón de vivir (nuestra felicidad) entonces la pregunta siguiente es: ¿Buscamos a Dios en pareja?

¿El tema de Dios en nuestra relación sale naturalmente en las conversaciones?
¿Orar es algo que creemos necesario para nuestra relación? ¿Lo adoramos, le damos gracias o sólo le pedimos cosas?
¿Nos entristece si olvidamos orar juntos?
¿Buscamos leer o hacer un devocional en pareja?
¿Estamos constantemente preguntándole al otro cómo está o cómo se siente en relación al Señor?
¿Nos ayudamos para que el otro crezca plenamente?
Si las raíces de tú relación están arraigadas en Dios, ustedes crecerán firmemente en  Él. Las prioridades se ordenan, los dos empezarán a pensar igual referente a sus convicciones y en relación a esto, podrán saber que cada discusión que haya se arreglará pronto si ambos buscan agradar a Dios con sus actitudes. ¿Puede haber algo más esperanzador que una vida entera vivida junto a Cristo?

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2 comentarios:

Andrés dijo...

A pesar de no ser pareja lei tu post =P
Qué bakán es cuando Dios se encarga de tomar nuestras vidas y moldearlas a su carácter. Cuánto más felices y plenos sómos al vivir como Dios quiere. Y esto afecta todas las areas de nuestra vida: personalmente, y en nuestras relaciones personales.
Va un pasaje que nos recuerda que debemos vivir cuidadósamente pensando en el otro antes que en uno mismo, porque Dios así lo hace con nosotros: 1 Cor 10.23 - 11.1.
Cariños a ambos.

Matías Espinosa y Angela Ramírez dijo...

Gracias Andrés!
Como tú dices es increíble cuando el Señor toma nuestras vidas para moldearlas... el es el alfarero y nosotros somos la arcilla. Definitivamente creo que el problema actual es que el concepto de felicidad es comprendido como ausencia de sufrimiento. Propongo uno más bíblico: el sufrimiento tiene un propósito que de alguna forma dobla nuestras rodillas en adoración, lo que nos trae felicidad y consuelo.
Definitivamente una vida en Cristo debe estar plenamente entregada a Él. Confío en su promesa fiel y espero el día en que mi carácter esté acorde a su obediencia a el Padre.
Gracias por el pasaje, lo leeré mañana con más calma, aunque ya lo leí.

Un abrazo Andrés! Gracias por todo siempre!

Matías!